El poseer las herramientas conceptuales para pensar estratégicamente es la habilidad más poderosa que un director, un CEO, un empresario o cualquier persona que desea vivir bien pueda adquirir.
Pues para vivir bien hay que saber pensar y para pensar bien tenemos que considerar a la sabiduría como parte de la ecuación.
En esta mini serie de artículos sobre Estrategia ya hemos compartido dos de las “Sabidurías Estratégicas”. Si deseas entrenar tu mente a pensar Estrategia te sugiero un sencillo ejercicio: lee las tres Sabidurías Estratégicas que compartimos y observa como estas se conectan al Principio Estratégico. Pero si además te animas a dedicar un dia a pensar intencionalmente en cada Sabiduría Estratégica y ver como puedes aplicarlas en tu empresa (o en algún otro campo de tu vida) será un excelente ejercicio para tomar buenas decisiones y pensar estratégicamente.
El simple hecho de seguirlas asegurará que tu pensamiento será estratégico y te estarás regalando posibilidades significativamente más altas de alcanzar el objetivo que te hayas propuesto.
El objetivo de esta serie es empoderarte. El conocimiento de Estrategia es muy poderoso y por lo tanto nunca está demás enfatizar que lo utilizamos para el bien y para el beneficio integral de todo el entorno. Estrategia no se puede separar de un buen liderazgo. El general Norman Schwarzkopf decía que “el Liderazgo es una potente combinación de estrategia y carácter. Pero si debes quedarte apenas con uno, quédate siempre con el carácter”.
Las “Sabidurías Estratégicas” son axiomas que la mayoría de los egresados de las más prestigiosas academias militares del mundo reconocerían. Te aseguro recogerás los frutos indefectiblemente si las practicas. De eso se trata Estrategia.
Antes de compartirte la Tercera Sabiduría seria importante explicar qué es un axioma. La palabra axioma proviene del griego (ἀξίωμα), que significa «lo que parece justo» o, que se le considera evidente, sin necesidad de demostración.
Entre los filósofos griegos antiguos, un axioma era lo que parecía verdadero sin necesidad de prueba alguna.
Fueron los matemáticos griegos de la Biblioteca de Alejandría aquellos que consideraron por primera vez axiomas logrando así uno de los grandes frutos de las matemáticas: la reducción de asertos matemáticos y teoremas, en forma racional y coherente, a una pequeña cantidad de axiomas muy simples (ejemplo: reglas de la aritmética).
La Primera Sabiduría dice “Ajusta tus objetivos a tus medios”, la Segunda Sabiduría dice “Ten siempre en mente el objetivo, adapta constantemente tus planes a las circunstancias”.
Y la Tercera Sabiduría Estratégica dice:
“Elige la línea o curso de menor expectativa y explota la linea de menor resistencia.”
Observemos la primera parte de la frase: “elige la linea o curso de menor expectativa”.
Estrategia no se trata de ser igual a los demás, se trata de diferenciarte. Si eres igual a los demás, si no logras diferenciarte de alguna manera, entonces no serás ni mejor ni peor a tus competidores, serás simplemente igual. Y si piensas igual a tus competidores consecuentemente tomarás el mismo camino que ellos y cualquier “competición” o “enfrentamiento” se dará de manera frontal (i.e. se dará una “convergencia estratégica). Si tu competidor sabe anticipadamente lo que harás se preparará. Y si está preparado será natural que la disputa sea más desgastante y la destrucción de valor más probable.
La Tercera Sabiduría Estratégica busca evitar tal situación.
En Estrategia debes encontrar y elegir “la línea o curso de menor expectativa”. Esto demanda creatividad, innovación y cambio. Pero innovación es una de las dimensiones fundamentales del Arte de la Estrategia. Debes sorprender en algo. Estrategia se trata de “sorpresa”, pues es ahí donde tendrás la oportunidad, donde no existe resistencia.
Y “resistencia” es la palabra clave de la segunda parte de la Tercera Sabiduría:
“…y explota la línea de menor resistencia”. Estrategia se trata de lograr el objetivo con el menor esfuerzo posible y sin destruir valor. Esto no significa que será fácil, pero sí significa que te costará menos (en todo sentido) que si fueras por otro lado. Es sabiduría, no magia.
Medita en la afirmación de la Tercera Sabiduría Estratégica y repasa las analogías liquidas que utilizamos en el post anterior. Bruce Lee decía que debemos ser como el agua, Sun-Tzu también afirmaba que los ejércitos deben ser como el agua, pues la naturaleza del agua es evitar lo alto e ir hacia abajo (seguir la linea de menor resistencia).
De igual manera, los rios serpentean la tierra fluyendo por el camino de menor resistencia. Si observamos desde un avión veremos que los rios mientras más pequeños sean más serpentearan de forma imprevisible, sin olvidar su objetivo final que es llegar al mar. La naturaleza siempre busca el curso de menor resistencia.
Para saber cual es el curso que tu competidor no se espera debes conocerte no solamente a ti mismo sino también conocer a tu competidor, a tu mercado, a tu industria.
“En Estrategia el camino más largo suele ser el camino más corto” afirmaba el gran estratega militar Basil Liddell Hart.
Para terminar utilizemos el mismo ejemplo de RC Cola que vimos en la Primera Sabiduría Estratégica.
RC Cola desapareció del mercado a causa de no haber ajustado sus objetivos a los medios, pero antes había surgido con una gran sorpresa para competir con Coca Cola y Pepsi: la primera bebida diet del mercado.
En ese momento el segmento diet no estaba siendo atendido (no existia hasta entonces) y las grandes corporaciones no habían identificado dicha oportunidad. Sin embargo RC Cola lo había visto y tomó el curso que nadie esperaba (lanzar la primera bebida cola de dieta). No tuvo resistencia porque simplemente no existían competidores en ese nuevo segmento (i.e. RC Cola explotó la linea de menor resistencia).
Siguiendo la Tercera Sabiduría Estratégica (de forma consciente o no) RC Cola logró posicionarse y surgir como el competidor que nadie esperaba. Pero luego se equivocó al no entender en profundidad las razones de porqué había surgido y no seguió la Primera Sabiduría Estratégica y terminó desapareciendo.
Las mismas industrias automotrices japonesas siguieron estos axiomas sorprendiendo al mercado americano inicialmente en los años 60 a 80. Inicialmente creando un mercado inexistente en EU con las motocicletas livianas de Honda y posteriormente con los automóviles, también iniciando con motores y autos pequeños, sorprendiendo a los americanos.
La historia del Caballo de Troya es otro buen ejemplo. Puedes identificar las primeras tres Sabidurías Estratégicas en el Caballo de Troya?
Sigue las Sabidurías Estratégicas y estarás pensando estratégicamente y evitándote errores innecesarios y costosos.
En el proximo post compartiremos la Cuarta Sabiduría Estratégica.